Los primeros auxilios pueden salvar vidas en el ambiente laboral. Por más que se controlen los riesgos, el personal debe estar preparado para administrar los primeros auxilios cuanto antes. La empresa es responsable de gestionar los botiquines o mochilas de emergencias, pero eso no basta: el empleador debe garantizar que cada trabajador tenga el conocimiento mínimo de cómo atender a un accidentado hasta la llegada del personal profesional.
Los expertos en SST han identificado cuáles son las reglas de oro en los primeros auxilios. No importa el rubro que sea; los trabajadores deben conocer estos lineamientos para salvar la vida del compañero que requiera atención inmediata.
Mantener la calma
La ansiedad solo puede nublar su sentido del juicio y poner no solo a la persona que necesita atención médica sino también a usted en mayor peligro. Respire hondo unas cuantas veces y evalúe qué tipo de ayuda necesita la persona lesionada e intente buscar cosas que puedan ayudar en su condición hasta que lleguen los paramédicos.
Garantizar su propia seguridad primero
Antes de salir a ayudar a los heridos, es muy importante garantizar primero su propia seguridad. Si usted mismo está lesionado, sería mejor encontrar una manera de evacuar a un lugar seguro y llamar a alguien que realmente pueda ayudar a todos. En caso de que esté sano y salvo, evalúe si la víctima está acostada en un lugar seguro para que usted entre y administre los primeros auxilios. Mire, huela y escuche cualquier peligro potencial. Las fugas de gas, los equipos en funcionamiento y las descargas eléctricas a menudo elevan aún más el número de muertes en los lugares de los accidentes.
Activar el Sistema de Respuesta a Emergencias
Puedes activar un sistema de respuesta a emergencias dependiendo del lugar del accidente en el que te encuentres atrapado. Si estás a la intemperie, puedes intentar gritar pidiendo ayuda o llegar a un lugar donde los lugareños puedan detenerse y comenzar la operación de rescate; si se encuentra en una instalación corporativa que tiene un sistema de alarma para señalar una emergencia, puede simplemente sonar y esperar el rescate.
Asegurar que la persona lesionada esté cómoda
Trate de mantener a la persona lesionada lo más abrigada y cómoda que pueda, dependiendo de la situación en la que se encuentre. Recuerde asegurarse de que esté respirando como debe hacerlo y que no tenga ninguna dificultad para inhalar y exhalar.
Detener cualquier sangrado
Si la persona lesionada tiene una herida que parece sangrar incesantemente, busque un trozo de tela y átelo firmemente alrededor de la herida para evitar que se desangre. Si hay algún objeto extraño atravesando la herida, no lo toque usted mismo y, en su lugar, cubra la herida temporalmente para detener el sangrado hasta que lleguen los paramédicos.
Inmovilizar a una persona con dolor de cuello, cabeza o espalda
Intente inmovilizar el cuello, la cabeza o la espalda de un paciente que parece haber sufrido una fractura o un espasmo muscular. No mueva al paciente antes de asegurarle el cuello o la espalda a una estructura resistente para evitar causar más daños. Podrías usar dos piezas de madera resistentes y un trozo de tela para asegurar su cabeza en una posición fija, por ejemplo.
Mantener el botiquín de primeros auxilios
Lo mejor es llevar contigo un botiquín de primeros auxilios completamente equipado a donde vayas. Si se encuentra en un área que cuenta con un botiquín de primeros auxilios, podrá brindarle a la persona lesionada un alivio sustancial. Sin embargo, si no tiene la suerte de tener un botiquín de primeros auxilios a mano, es posible que tenga que conformarse con prendas de vestir y otros artículos similares.
Evitar que la infección se propague
Todo socorrista debe ejercer prudencia en todas las situaciones de primeros auxilios. Se deben lavar o desinfectar las manos, se deben usar guantes desechables y no se debe toser ni estornudar sobre un paciente. Las heridas abiertas, las úlceras, los cortes, la boca y los ojos pueden permitir que los fluidos corporales entren en el cuerpo.
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